por: Hna. Sarai Ogando

El maltrato hacia los niños es una problemática psicosocial que afecta a todos los países del mundo y a todas las clases sociales. Es producto de múltiples factores y tiene consecuencias que impactan a las personas durante toda su vida.
Muchas veces se interpreta solo como maltrato aquellas acciones que dejan alguna herida o fractura observable en los niños, sin embargo el maltrato puede ser tanto psicológico como físico y aun el físico puede hacer un daño que no deje ninguna marca o evidencia observable.
Dios, a través de toda la Biblia, muestra un interés especial por el cuidado, la protección, y la instrucción de los niños. Acompañó a una madre, desde antes que sus hijos nacieran, para que la angustia no la llevara a deprimirse y desesperarse (Gen. 25:22-23). Dios dio instrucciones especificas acerca de como enseñarles su palabra (Deut. 6:6-9). Él declaró su importancia en el servicio a Dios y la necesidad de que se les diera participación (Mat 19:15). Los puso como ejemplo y advirtió las consecuencias sobre aquellos que les hicieran daño (Mat. 18:6).
Cada vez que, de manera no accidental, los adultos impiden o no se ocupan de que un niño o niña reciba estos cuidados que Dios ha determinado que son necesarios para su adecuado desarrollo, estamos frente a maltrato infantil. Se puede maltratar a un niño ignorando sus necesidades de atención, amor, caricias, salud, alimento, y educación. Aun cuando se les deja de disciplinar y se les permite hacer cuanto quieran sin normas y límites, se les está maltratando pues:
1. Se muestra poco interés por su conducta sea positiva o negativa.
2. Se les da una idea errada de la vida al pensar que nuestras acciones no tienen consecuencias espirituales, morales y físicas sobre nosotros y los que nos rodean.
3. Se les impide desarrollar la conciencia de su propio pecado y la necesidad de arrepentimiento ante Dios cuando desobedecemos sus mandamientos.
Conclusión y aplicación: Dios nos da las herramientas para tratar bien a nuestros hijos. La clave está en “criarlos en disciplina y amonestación del Señor” sin provocarlos a ira (Ef 6:4). Criar implica proveer de todo lo necesario para desarrollarse por completo no solo en cuanto a sus necesidades físicas sino más aun en aquellas necesidades eternas, las espirituales. Capacitarles para tener una relación con Dios y su Hijo Jesucristo como único Salvador de manera que puedan, en el futuro, vivir como adultos que le glorifiquen y así traspasar un legado de fe generación tras generación. Esa fe que nos hace sabios para la salvación como lo hicieron Eunice y Loida (2 Tim 1:5 y 3:15).
Muchas veces se interpreta solo como maltrato aquellas acciones que dejan alguna herida o fractura observable en los niños, sin embargo el maltrato puede ser tanto psicológico como físico y aun el físico puede hacer un daño que no deje ninguna marca o evidencia observable.
Dios, a través de toda la Biblia, muestra un interés especial por el cuidado, la protección, y la instrucción de los niños. Acompañó a una madre, desde antes que sus hijos nacieran, para que la angustia no la llevara a deprimirse y desesperarse (Gen. 25:22-23). Dios dio instrucciones especificas acerca de como enseñarles su palabra (Deut. 6:6-9). Él declaró su importancia en el servicio a Dios y la necesidad de que se les diera participación (Mat 19:15). Los puso como ejemplo y advirtió las consecuencias sobre aquellos que les hicieran daño (Mat. 18:6).
Cada vez que, de manera no accidental, los adultos impiden o no se ocupan de que un niño o niña reciba estos cuidados que Dios ha determinado que son necesarios para su adecuado desarrollo, estamos frente a maltrato infantil. Se puede maltratar a un niño ignorando sus necesidades de atención, amor, caricias, salud, alimento, y educación. Aun cuando se les deja de disciplinar y se les permite hacer cuanto quieran sin normas y límites, se les está maltratando pues:
1. Se muestra poco interés por su conducta sea positiva o negativa.
2. Se les da una idea errada de la vida al pensar que nuestras acciones no tienen consecuencias espirituales, morales y físicas sobre nosotros y los que nos rodean.
3. Se les impide desarrollar la conciencia de su propio pecado y la necesidad de arrepentimiento ante Dios cuando desobedecemos sus mandamientos.
Conclusión y aplicación: Dios nos da las herramientas para tratar bien a nuestros hijos. La clave está en “criarlos en disciplina y amonestación del Señor” sin provocarlos a ira (Ef 6:4). Criar implica proveer de todo lo necesario para desarrollarse por completo no solo en cuanto a sus necesidades físicas sino más aun en aquellas necesidades eternas, las espirituales. Capacitarles para tener una relación con Dios y su Hijo Jesucristo como único Salvador de manera que puedan, en el futuro, vivir como adultos que le glorifiquen y así traspasar un legado de fe generación tras generación. Esa fe que nos hace sabios para la salvación como lo hicieron Eunice y Loida (2 Tim 1:5 y 3:15).
Manual de Consejeria Biblica: Herramientas de la Verdad
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¿Desea usted aconsejar a los dolidos, los adictos, los deprimidos, pero no sabe donde empezar? Queremos ayudarle a usted. Hay cuatro capítulos repletos de la verdad, para llevarle a usted a un lugar donde será equipado a aconsejar bíblicamente, y ver a Dios usarle en las vidas preciosas de otros.
¿Qué es el Hombre?
La Consejería Bíblica en Contraste a Consejería Secular
El Consejero Bíblico
Tratando con Problemas Comunes
(Hay 115 páginas en total con aplicaciones prácticas)
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Guía para Maestros/Líder del Grupo
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Este libro contiene todas las lecciones que se encuentran en todos los libros de los alumnos, para aplicar la Biblia a las vidas de las familias. Aquí, el Maestro/Líder del Grupo de Fundamentos Familiares tiene un gran herramienta para aconsejar.
También, podría servir de gran ayuda como lecciones para la Escuela Dominical.
(Hay 150 páginas en total con aplicaciones prácticas)
Libro 4: Criando Hijos con la Bendicion de Dios
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Como nunca antes, Satanás ataca la próxima generación. Ser padre no es cualquier papel. Este libro cubre una variedad de temas muy importantes al respecto. Algunos de las lecciones son:
Estilos y Planes en el Hogar
Ganando el Corazón de Sus Hijos
La Formación de Hábitos
Corrección Correcta
(Hay 54 páginas en total)