- Es nuestra creencia que la Biblia es la Palabra de Dios, y es totalmente suficiente para resolver los problemas de las personas que se someten a sus consejos (Col. 1:28, 2 Pdr. 1:3). Conocemos al Señor Jesucristo como nuestro único y suficiente Salvador, y sabemos que El es la fuente de toda sabiduría. Por eso no mezclamos nuestros consejos con psicología secular (Col. 2:8-10).
- Es nuestra creencia que los problemas familiares tienen su raíz en las decisiones pecaminosas de las personas. En realidad, los problemas no son familiares, financieros, o sociales. Son problemas del pecado. Los problemas en la familia pueden ser resueltos solamente cuando sus miembros se salvan de sus pecados por la gracia del Señor Jesucristo, y cuando se acercan a Dios a través de Su Palabra. Tal comportamiento se llama ser “llenos del Espíritu Santo”.
- Es nuestra creencia que cada cristiano es responsable de participar en la Gran Comisión, según Cristo nos manda en Mateo 28:18-20. Tal Comisión se compone de alcanzar al mundo, y bautizar, y discipular a los creyentes.
- Es nuestra creencia que cada cristiano ha sido sellado con el Espíritu Santo, y que puede ser guiado en la verdad de la Palabra de Dios (Jn. 16:13). Por tanto, todo cristiano debe de tener un ministerio de consejería bíblica hacia los demás (Rom. 15:14).
- Es nuestra creencia que ciertas medicinas, dietas, y planes del ejercicio pueden ser provechosos de ayudar y resolver los problemas físicos, pero solamente con el poder de Dios pueda el cuerpo, alma, y espíritu restaurarse para la gloria de Dios (1 Tes. 5:23).